El
proceso en general para producir vehículos motorizados,
consiste mayormente de dos fases. Durante la primera fase,
las autopartes tales como motores, transmisiones, instrumentos,
llantas, cableado y una multitud de otros componentes, son
manufacturados, ensamblados, inspeccionados, probados, empacados
y transportados de las plantas de manufactura a las plantas
ensambladoras.
Durante la segunda fase, estos componentes son recibidos en
las plantas ensambladoras donde son almacenados y luego distribuidos
a las líneas de ensamble que subsecuentemente convergen
para producir una unidad completa. En esta fase los riesgos
están representados por la cantidad significativa de
materiales plásticos combustibles, los líquidos
inflamables y combustibles involucrados en las líneas
de pintado y de prueba, las operaciones de soldado, el movimiento
de los materiales, el mantenimiento, el almacenamiento y el
elemento humano entre otros.
Sin embargo hay mucho que hacer para asegurar la continuidad
de los procesos al tomar en cuenta o adaptar ciertas consideraciones
de construcción, de sistemas de detección y
extinción de incendios, de la integridad en las instalaciones
eléctricas, de normatividad para el almacenamiento
y sobre todo procedimientos organizacionales que ayudan a
evitar un siniestro al controlar las causas que lo pudieran
originar.
PRE le ayuda a
identificar, evaluar y administrar los riesgos inherentes
a este giro, a utilizar la tecnología para minimizarlos
y a desarrollar los procedimientos necesarios para fundamentar
los escenarios de operación y de contingencia. Siempre
tomando en cuenta la relación costo-beneficio.
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