Los
semiconductores, tales como los circuitos integrados de computadora
son algo habitual en el mundo moderno. Las aplicaciones varían
en el rango de los relojes digitales a las más avanzadas
supercomputadoras en desarrollo. Entre los usos encontramos
a las televisiones, VCRs, controles electrónicos para
aplicaciones y los módulos de control de varios automóviles
nuevos.
Los semiconductores están hechos de
una variedad de materiales básicos. Los más
comunes son de silicón. Existen otros tipos hechos
de arseniuro de galio, germanio, fosfato de galio y de fosfato
de arseniuro de galio. Una planta manufacturera puede utilizar
cualquier combinación de estos materiales como la base
del cristal, Todos son preparados de manera similar.
La mayoría de los materiales conducen la electricidad
(conductores) o no la conducen (aislantes). Los semiconductores
no caen en ninguna de las dos clasificaciones puesto que no
son buenos conductores ni buenos aislantes. Su conductividad
eléctrica puede ser alterada por cambios en los minutos
durante su preparación química o al modificar
los campos eléctricos dentro del dispositivo. Esta
capacidad de poder cambiar las propiedades eléctricas
o de alguna región seleccionada es lo que hace a los
materiales semiconductores tan valuables en la electrónica
moderna.
Los dispositivos semiconductores tienen circuitos extremadamente
pequeños. Una partícula microscópica
de polvo puede arruinar el circuito integrado. Es por esto
que los dispositivos son fabricados o manufacturados en cuartos
limpios.
Los dispositivos terminados son extremadamente seguros y generalmente
no presentan ningún riesgo para los usuarios o para
los bomberos. En contraste, el proceso de manufactura presenta
varios riesgos comunes para el personal y para los bomberos.
Los ácidos, alcalinos, líquidos inflamables,
gases inflamables, gases pirofóricos, gases y sólidos
tóxicos, campos de radio frecuencia y radiación
ionizante son elementos comunes en las plantas de manufactura
de semiconductores que requieren un manejo específico
para controlar los riesgos potenciales.
PRE le ayuda a
identificar, evaluar y administrar los riesgos inherentes
a este giro, a utilizar la tecnología para minimizarlos
y a desarrollar los procedimientos necesarios para fundamentar
los escenarios de operación y de contingencia. Siempre
tomando en cuenta la relación costo-beneficio.
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