Como consecuencia de las recientes aperturas comerciales en los mercados de América Latina, hacia los mercados norteamericano, europeo y asiático, los países se enfrentan a un cambio estructural consistente en la substitución del modelo de desarrollo interno por uno externo, es decir, se pasa de uno basado en el proteccionismo, a otro, cuyo fundamento es la apertura al comercio internacional.

Bajo esta perspectiva de incesante lucha por espacios en los mercados mundiales, se requiere, hoy más que nunca, la búsqueda y una adecuada preparación en la forma de operar eficientemente su negocio, para permitirle ser internacionalmente competitivo y protagonista en un mundo globalizado y en constante evolución.

En América Latina, el elemento fundamental para alcanzar las metas señaladas es la reconversión de los sistemas y procedimientos de administración y control de las actividades que conforman el proceso de su negocio, en conjunto con la actualización necesaria de algunos bienes de capital estratégicos. En PRE hemos desarrollado una metodología para llevar a cabo un análisis tanto de sus fuerzas y debilidades, como de las oportunidades y riesgos del ambiente externo, así como la posible adecuación de su producto a las exigencias del mercado objetivo.

Una vez que la solución PRE ha sido implementada, usted podrá llevar a cabo la mayoría de las acciones siguientes a fin de reducir los costos operativos para sus productos, así como para mejorar sus flujos de efectivo:

• Filosofía organizacional. Tendrá definida una estructura dentro de su empresa de manera que obedezca al nivel de ventas a las que aspira. Tendrá definida su capacidad de producción antes de hacer gasto de investigación, adecuaciones del producto, gestores, etc. Fomentará un clima organizacional adecuado en el que todas las áreas participen y aporten ideas, con el fin de evitar desperdicios de tiempo, dinero y esfuerzos en tareas aisladas.

• Establecimiento de un plan operativo. Definirá o incluirá acciones de reingeniería a sus actuales procesos de manufactura, con un plan detallado de los flujos y la metodología implantada en la producción para eficientar sus tiempos, calidad y procesos. Redefinirá sus requerimientos de materias primas, el perfil de los puestos de su gente, sus habilidades, cantidad de personal, etc.

• Nivel de producción. Definirá su punto de equilibrio de acuerdo con la demanda su producto y establecerá el nivel de producción adecuado. A mayor utilización de su capacidad productiva, mayor será el costo marginal por unidad producida, reduciendo así sus costos totales.

• Fuentes de abastecimiento. Buscará tanto dentro como fuera del país quien le pueda suministrar materia prima con la mejor calidad y costo. Identificará los materiales y componentes clave dentro de su proceso, y buscará la forma de optimizarlos. Eliminando también, en la medida de lo posible, a los intermediarios y tratando de llegar con el proveedor directo.

• Reducción de los activos corrientes. Esto implica reducir u optimizar las existencias de inventarios (materia prima, producción en proceso y productos terminados), revisará el gasto y el uso de artículos de consumo y productos básicos (optimizar la papelería, gastos en periódicos y revistas, etc.). También podrá reducir sus cuentas por cobrar, acelerar el trabajo en curso o pagar sus gastos en el momento de la adquisición, negociando así mejores precios.

• Reducción de los activos fijos. Tratará de vender sus activos improductivos o los que no sean necesarios dentro de la planta (eliminación de riesgos durante la fase de administración), o bien tratará de alquilarlos. Cuando se trate de procesos o de empleados, podrá optar por utilizar la subcontratación (outsourcing) o la maquila con el fin de economizar algunos procesos.

• Aumento de los pasivos corrientes. Incrementará su crédito comercial procurando aumentar el plazo del financiamiento otorgado por parte de sus clientes, o tratará de negociar mejores descuentos ante el pronto pago, dependiendo de su liquidez. También es válido pedir una prorroga o un aumento en la fecha de pago de sus proveedores, o incluso de la misma Secretaría de Hacienda y Crédito Público, con el fin de que ese dinero lo pueda poner mejor a producir dentro de su empresa.
Seleccionará la mejor opción de financiamiento. Lo ideal sería no depender de financiamientos de terceros para allegarse de recursos, pero si lo tiene que hacer, evaluará las diferentes opciones existentes en el mercado (bancos comerciales, banca de desarrollo, cajas de ahorro, casas de empeño, etc.), a fin de contar con la opción más barata en cuanto al pago de intereses, cobro de comisiones, penalizaciones por prepago, etc. Para lo cual contará con reportes fidedignos que apoyarán la decisión de los bancos en benefició de su compañía.

Los resultados de la consultoría PRE en materia de productividad, le permitirán conocer más a fondo su proceso productivo, sus inventarios de materia prima, el aprovechamiento de capacidad instalada, el cumplimiento estadístico de la planta, la calidad de sus productos, liderar a su recurso humano y analizar sus costos de operación.